Afortunadamente vivimos rodeados de
personas, interaccionamos con ellas y creamos se así una dinámica
de emociones, la relaciones se estrechan y se van creando lazos
afectivos. Hablaríamos del amor y en la mayoría de los casos de un
amor ágape (lazos de concordia)
Hasta ahí es genial, “el problema” se produce cuando en la natural interacción con los demás se produce un evento que no es cómo nosotros nos gustaría que fuera.
Por un instante sentimos miedo que
de alguna manera queda desvanecido por una emoción más fácil de
etiquetar.
Sin embargo es miedo, sencillamente
miedo.
Nuestras emociones se mueven entre el
amor y el miedo.
Curioso es cómo una moneda lanzada al
aire por un lado amor y por el otro miedo, una cara o otra. Fácil,
cuando sentimos inspiración y libertad estamos en la cara
del amor, no hay condiciones.
Cuando estamos en la cara del miedo,
se activa una programación antigua que tiende hacia la contracción,
la represión propia y del otro, en lugar de permitir al otro lo
reprimimos, básicamente miedo.
Esto parece obvio aquí y ahora, y en
la teoría de un articulo. La cosa está en ser consciente del
mensaje codificado de nuestras emociones, no hace falta ser
consciente de lo que nos quieren decir en el mismo momento que nos
suceden, pero sí una vez calmados plantearnos que ahí en la
profundidad de la emoción.
Un ejemplo, habitual:
Un ataque de celos, la emoción
principal es de rabia, seguida de violencia contra aquella persona
sobre la que proyectamos nuestros celos. Seguramente después
experimentemos el deseo de venganza.... Además también somatizamos,
experimentamos en el cuerpo la sensación de gran calor interno,
además de sentir cómo transformamos involuntariamente toda nuestra
expresión facial....
En este caso concreto sentimos las
emoción propias de celos; rabia, enojo, deseo de violencia... En la
profundidad de la emoción, lo que ha originado esta reacción es el
miedo; miedo a que tú te alejes de mí, miedo a la soledad.
En este caso obvio; traducido al
lenguaje de las esencias Florales de Bach la persona que sufre de
celos le sería de gran ayuda la toma de:
HOLLY en cuanto a la emoción
sintomática (síntoma externo, lo que aflora a la luz, lo que es
evidente.
CHICORY en relación al miedo
principal y original, miedo a la soledad.
No sólo los desajustes en las
relaciones afectivas se producen por celos, si no por muchas otras
cosas, pero en todas ellas la causa es el miedo, el efecto es la
emoción que nos es fácil de reconocer. Culpa por creer que no se ha
estado a la altura, impaciencia con el otro, malestar por no poder
decir no al otro....
La sabiduría reside en poder
transformar el miedo en amor, si dejo de temer soy feliz.
En el caso concreto de CHICORY la
lección ha aprender es el amor abnegado el amor sin condiciones. Si
esta en “modo” miedo es torna en egoísmo.
Gracias por haber compartido tu tiempo
conmigo, para mí fue un placer acompañarte durante tu lectura.
Jesús Ángel Agustín
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