Cómo adultos identificamos y calificamos rápidamente "Niño
bueno " o "Niño malo". Esa etiqueta
que imponemos describe brevemente sí ese niño o niña nos ponen o no las cosas fáciles desde el paradigma de adulto.
Queremos hacer una llamada a la reflexión; en realidad, tanto el comportamiento del "Niño
bueno" como del "Niño malo" es una demanda de cariño hacia los adultos. "Sí no es por las buenas será por las malas".
En caso de tener cerca de nosotros un "Niño malo"
prueba a cambiar en ti tres cosas:
1. Habla despacio y
con dulzura.
2. Expresa tú deseo
de mejorar vuestra relación.
3. Toma consciencia
del poder magnético de tu corazón, pues es una gran herramienta donde no
llegan las palabras. (Sí deseas saber más mandanos un e-mail: hola@floresdebachparaninos.es)
En definitiva está en nosotros y no sólo en el niño; el cambio
de actitud. Pongámonos todos las cosas fáciles.
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