19/8/11

El papa, culpa y pecado.

La visita del Papa de Roma a Madrid resulta ser un llamamiento a sentirse culpable y un pecador profesional a jornada completa.


Sorprende la dificultad que manifiesta para vernos como "Hijos de Dios", divinos en esencia.


El paradigma ético y moral es tan elevado que dificilmente podemos vivir desde ellos, por lo que si no podemos cumplir con ello no situamos en la culpa, la auto-exigencia no satisfecha y por tanto en el "pecado", un pecado imposible de redimir.

¿Ofrece un opción de salvación?

A mi parecer el Papa se centra en los aspectos negativos de la personas, en lugar de los aspectos positivos, amorosos y construcctivos. "Un parroquiano" de por vida, sin posibilidad de cambiar su sentimiento de misero culpable.

Tal vez sería mejor decirnos a nosotros mismos; Me acepto y amo tal como soy.



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